En la región de Farafangana, con los recursos pesqueros explotados por los pescadores tradicionales, la gente puede vivir “cómodamente”. Hablando de recursos pesqueros notamos las langostas, las gambas, las angulas. Aunque hay la pesca, no basta para dar de comer a los niños, de hecho, una pareja puede tener hasta los 7 niños, entonces, para cuidar y dar la vida que merece a cada miembro, hay que trabajar duro. Por esa dureza de la vida, muchas personas cultivan, sin embargo, hay obstáculos al cultivo que hacen: el tiempo. Esta región es siempre víctima de los ciclones, las inundaciones, y desde unos años, los cultivos son devastados por el pasaje de los santos montes. Eso no impide decir que la pobreza domina en este pueblo, la mayoría de la gente cultiva café, litchis, clavo y arroz también. Desafortunadamente, la producción aún no basta para la gente local, por eso hay muchas personas que tienen que andar en la capital o en el pueblo vecino para comprar lo que necesita. La mayoría de las casas son todas hechas de madera, solo unas son duras. Hay que tener cuidado con el fuego puesto que si pone a quemar, todo el barrio se enciende.
Como atracción turística, a unos 25km de la ciudad, antes de la llegada al pueblo de Vangaindrano se encuentra la reserva de Manombo donde podemos apreciar la biodiversidad malgache. Se puede ver los lémures endémicos, una variedad de aves, caracoles. Descubrir una fauna y una flor rica y en vía de desaparición, el parco natural nos permite también echar un ojeado a la playa, tener una magnifica vista y observar las tortugas del mar. Cabe decir que en el mes de Octubre o Noviembre, por suerte se puede ver ballenas, por esa razón particular, es necesario fijar bien la fecha de pasaje en esta región. Para acabar, si alguien está interesado en ver cocodrilos, tiene que bajar por canoa a lo largo de los ríos Takoandro y Manatsimbea, eso es aconsejable para los aventureros, pero hay que tener cuidado. En pocas palabras, estas descripciones de Farafangana y los pueblos vecinos no bastan, es imprescindible ir ahí para descubrir de propios ojos, así se tiene más placer. ¡Anda, la aventura será inolvidable!
