cat-2191178_960_720En los últimos años han ido ganando mucha popularidad las actividades turísticas con animales: paseos en elefantes o camellos, fotografías con cachorros de animales salvajes, inmersiones en la piscina de los delfines y mucho más.

Para las personas que vivimos en un mundo urbanizado y nos sentimos fascinados por estas criaturas maravillosas y desconocidas es normal sentir el deseo de interactuar con ellas. Y puede incluso que participar en una de estas actividades represente el momento más esperado de nuestras vacaciones. Pero como a menudo pasa, el desconocimiento es causa de errores. Errores que en este caso en concreto implican el sufrimiento de muchísimos animales cada año.

Y esto porque en la gran mayoría de las actividades programadas con animales, nos encontramos con seres vivos que han sido arrebatados de su hábitat natural y de sus familias para ser trasladados a un entorno artificial y obligados a realizar actividades “humanas” y completamente impropias de su especie.

Todos los animales salvajes que “actúan” o interactúan con las personas lo hacen porque han sido manipulados con dolor o por privación de comida: es este el caso de los elefantes empleados en paseos turísticos (“adiestrados” en joven edad a través de un cruel método llamado pajaan), de los cachorros de tigre y león utilizados en muchos centros para las fotografías con los turistas (apartados de sus madres, drogados y “descartados” cuando crecen demasiado), y de los delfines empleados en todo el mundo en espectáculos de vario tipo (que a pesar de lo que su “rictus facial” nos hace pensar, sufren profundamente por la privación de libertad y actúan impulsados por el hambre).

El uso de animales para el entretenimiento está causando serios problemas tanto para el bienestar animal como, en algunos casos, para la conservación de las especies. Y no podemos olvidar que el uso y la exhibición de animales salvajes no deja de ser una actividad de lucro para muchos, cuyos beneficios económicos suelen pasar por encima del bienestar de los animales utilizados.

Como turistas tenemos en nuestras manos el poder de cambiar todo esto, ya que si dejamos de asistir a estas actividades y explicamos a nuestras familias y amigos lo que realmente esconden, provocaremos que estas dejen de ser lucrativas para los que las organizan. Y que de consecuencia, cada vez menos animales sean privados de su libertad.

Con esta finalidad, la Fundación para la adopción, apadrinamiento y defensa de los animales (FAADA) ha lanzado el año pasado la campaña “Turismo Responsable con los Animales”. Gracias a la iniciativa se han dado a conocer estas problemáticas a los profesionales del sector y a los viajeros y amantes del los animales en general, que pueden ahora encontrar toda la información sobre cómo ser un turista responsable de los animales en la web www.turismo-responsable.com

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Alexia

Sedienta de descubrimiento desde su infancia, Alexia salta en la ocasión sin dudarlo, tan pronto como se trata de viajar. También pasa una parte de su tiempo libre alimentando este blog para ayudar a otros a viajar bien como ella. ¡Sigue los pasos de Alexia a través de sus artículos para descubrir el mundo!