Para muchos españoles Cantabria es, seguramente, una de las provincias menos conocidas. Tiene la desventaja (y la ventaja) de estar entre dos comunidades mucho más famosas, el País Vasco y Asturias. Pero, como decimos, esto ha sido una ventaja importante debido a que su desarrollo industrial y económico ha sido menor y, por lo tanto, sigue siendo una tierra virgen que nos hace retroceder décadas cuando paseamos por sus pueblos más escondidos, también conocida como la Cantabria profunda.

El visitante siempre se sorprende cuando visita “la tierruca”. Por cualquiera de sus entradas, cuando avistamos el cartel de “Comunidad de Cantabria” el paisaje, sus gentes, sus construcciones, sus tradiciones… cambian radicalmente de las vistas en las provincias limítrofes. Entramos en “Cantabria Infinita”, así reza su eslogan turístico promovido en todo el mundo desde hace años. Cantabria es Infinita por todos aquellos atractivos turísticos que nos ofrece como turistas. En Cantabria encontraremos montañas nevadas que se alzan espléndidas y señoriales hasta arenales kilométricos con aguas bravas, playas en las que pasear cuando atardece es estar en el paraíso. Cantabria es Infinita por muchas más cosas, sus monumentos, sus acantilados en las costas de sus villas marineras, sus museos con cientos de sorpresas, sus verdes paisajes en todos los valles,  ríos que parecen de otro continente… Cantabria es Infinita por su admirada gastronomía, una gastronomía con en productos de primera calidad de la tierra y del mar.  Tierras de extensos praderas húmedas por sus lluvias y el mar que recibe en nombre de Cantabria, el Mar Cantábrico.

Toda Cantabria, desde el norte hasta el sur y desde el este hasta el oeste es un lugar fantástico donde en pareja, con la familia, con amigos o solos podemos disfritar un fin de semana, una semana, un mes o ¿quién sabe? toda la vida. Sus sosegadas villas marineras, como la villa de Suances y sus playas y acantilados se convierte en época estival en un trasiego de turista; la noblísima villa de Comillas y edificios de película como el Capricho de Gaudí; la antigua Santoña con sus personajes de la nobleza española y personajes famosos como el descubridor Juan de la Cosa o su archiconocida y deseada anchoa; la villa marinera de San Vicente de la Barquera a la que sólo se accede cruzando puentes y con su puerto, su iglesia o su castillo. Todas estas y muchas otras villas marineras nos esperan en Cantabria, villas en las que andar entre sus edificios o por sus paseos marítimos es todo una experiencia única e inolvidable. La histórica y nueva ciudad de Santander, ciudad turística y antiguo emplazamiento de descanso durante las vacaciones de los reyes de España… Santander, con sus elegantes playas, el paseo del Sardinero, el lujoso Paseo de Pereda, su imponente faro en Cabo Mayor sobre unos de los acantilados más altos y espectaculares de España.

Cantabria es Infinita en cualquiera de sus zonas, infinitos los pueblos de difícil situación, pero son acceso, ubicados entre montañas, como son la Vega de Pas con sus gentes “los pasiegos”, Ramales de la Victoria o Potes… la archifamosa y archivisitada villa de Potes, entre los impertérritos e imponentes Picos de Europa que nos trasladas a las altas montañas suizas.

En Cantabria el turista podrá disfrutar de cientos de posibilidades que siempre nos aportarán nuevas sorpresas.

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Alexia

Sedienta de descubrimiento desde su infancia, Alexia salta en la ocasión sin dudarlo, tan pronto como se trata de viajar. También pasa una parte de su tiempo libre alimentando este blog para ayudar a otros a viajar bien como ella. ¡Sigue los pasos de Alexia a través de sus artículos para descubrir el mundo!