Las islas del Océano Índico se dedican a los que tienen sed de aventura entre naturaleza y ociosidad. Son famosas en el mundo por la belleza de sus playas, la riqueza de su fauna y flora submarina o terrestre. Sus puntos comunes siguen siendo sin embargo la acogida amigable, una hostelería de elección y la conservación de la naturaleza. Entre estos espléndidos pedazos de tierras surgidas, la Isla de La Reunión, Madagascar y Santa María con las islas más apreciadas por los visitantes.
Una escapada a la Isla de La Reunión
La Reunión pertenece al archipiélago del Mascareñas que agrupa Isla Mauricio y Rodrigues por 700 km al este de Madagascar. Siendo una isla volcánica, dispone de un paisaje volcánico sorprendente. Después de unas erupciones, los famosos circos de Salazie, Mafate y Cilaos se formaron. Actualmente adornados con un carácter verde y pueblos típicos, estos lugares están abiertos a visitas en excursión. Su volcán el Pitón de la Fournaise siempre activo forma también parte de sus lugares inevitables.
Abierta a estancias balnearias, la Reunión ofrece playas idílicas como Saint-gilles, Saint-Leu o Grande-Anse dejando lugar al baño, submarinismo o a excursiones en barco.
Una estancia en la isla de Madagascar
Ir al descubrimiento de la gran isla o la isla Roja, es hacer el encuentro de un único carácter. El tiempo de una visita en uno de sus parques nacionales como el parque del Ankarana al norte, tendrá la ocasión de observar los famosos lémures, camaleones y distintas plantas endémicas caracterizando la isla. En términos de culturas, será maravillado por algunos rituales siempre mantenidos como el “Sambatra” o circuncisiones colectivas. En cuanto a su litoral, abunda de playas paradisíacas ofreciendo el descanso y la relajación bajo un clima agradable fuera de las temporadas ciclónicas. Las infraestructuras son también reglamentarias.
Una visita a Santa María
La isla de Santa María llamada también Nosy Boraha es una isla frente a la costa este de Madagascar. Tiene las características de una isla paradisíaca con sus playas de arena fina inmaculada que son a menudo desérticas. Durante una estancia en la isla se asocian paseos entre paisajes idílicos y actividades náuticas en un agua cristalina. A pesar del desarrollo del turismo sobre la Gran isla, hay menos visitantes sobre la isla. Excepto durante el festival de las ballenas entre julio y octubre durante lo cual una muchedumbre de gente vienen a la isla para observar las ballenas jorobadas.
