
Se cuenta, y demostrado con búsquedas arqueológicas, antropológicas y lingüística, que el primer pueblo de Nueva Zelanda llegaba del Este de Polinesia. Estos pueblos se llaman ahora los tangatawheuna o Maoríes. Cuentan con más de medio millón de personas, con un porcentaje superior a 15%. Para reconocer la población indígena, estas personas llevan marcas en su cuerpo para identificarse y tienen su cultura bien definida.