Aloes

Desde mucho tiempo las grandes civilizaciones utilizaban el áloe con un fin terapéutico y también cosmético. Simbolizando la belleza y la salud para los griegos antiguos, otras civilizaciones lo utilizaban para curar enfermedades y dolores.

Con las avanzadas tecnológicas, los investigadores pudieron descubrir las utilidades de esta planta mágica. En la mayoría procedente de África, Arabia y Madagascar, de los trescientos tipos de Áloe, sólo unos son utilizados para la salud como lo son el Áloe Vera o Áloe Barbadensis, el Aloé africana, el aloé ferox y saponaria más utilizados en Lejano Oriente o también el aloé arborescens. Estos últimos pertenecen a la familia de los Liliáceos (como la cebolla y el ajo) a diferencia de estos otros liliáceos, el aloe almacena agua en sus hojas. Su altura puede alcanzar los 80 cm. Fácil de cultivar, el Aloe tiene las raíces poco profundas y normalmente, crece en las regiones semi desérticas y en los terrenos arenosos pero hoy en día, se cultiva de manera industrial en grandes terrenos en numerosos países. Por muy increíble que sea, esta planta es un complemento alimentario completo. Vamos a citar sólo unas de sus calidades, contiene aminoácidos cuyo organismo necesita al diario. También contiene enzimas imprescindibles como catalizadores de las reacciones químicas orgánicas y desempeña un papel importante en la digestión de las proteínas. Participa en el control del índice de colesterol en la sangre para asegurar el buen funcionamiento del hígado. Un ser humano en buena salud no sería obligado a recurrir a la ayuda de esta planta. Pero para ciertas personas con una salud frágil, el áloe cumple milagros, es considerado como anticancerígeno. Además de ayudar al cuerpo en el funcionamiento del organismo humano, esta variedad de liliáceos actúa en antibiótico y cura afecciones, heridas, quemaduras o úlcera, la cicatrización sería más rápida. El aloé desempeña un papel importante en cuanto a la rehidratación y éste más rápido que el agua, cuyo envejecimiento menos rápido de la piel. El consumo del aloé puede variar según el tratamiento. Especialistas prescriben a sus pacientes aplicaciones externas, como la utilización de cremas y geles de aloè, también aconsejan inhalaciones de hojas de aloé y/o cura de zumo de la misma planta.

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Alexia

Sedienta de descubrimiento desde su infancia, Alexia salta en la ocasión sin dudarlo, tan pronto como se trata de viajar. También pasa una parte de su tiempo libre alimentando este blog para ayudar a otros a viajar bien como ella. ¡Sigue los pasos de Alexia a través de sus artículos para descubrir el mundo!