Desde a principios de los años 20 el bronceado se popularizó en los países occidentales. Hoy en día, la gente de piel clara todavía busca soluciones para broncear todo el año. Aunque la exposición al sol es necesaria a nuestra vida, necesita ciertas precauciones. Aprenda cómo bien broncear y cómo guardar ese bronceado a lo largo del año.
Antes de ir de vacaciones ya hay que preparar la piel con tratamientos internos. Sugerimos hacer una cura de complementos alimentarios ricos en vitamina A, D y antioxidante tres semanas antes la salida. Durante su estancia, la exposición al sol debe estar progresiva para evitar las quemaduras de la piel. La hora de exposición es muy importante. Sobre todo no broncearse entre mediodía y las dos de la tarde. El bronceado puede ser perfecto si toma la precaución de no inmovilizarse bajo el sol y preferir las actividades físicas. Sobretodo recuérdese que es imperativo utilizar cremas de protección solar adaptadas a su piel. Tras cada exposición, aplicar una crema regeneradora para guardar una piel flexible.
Como no es posible exponerse a los rayos del sol todo el año, debemos seguir unas recomendaciones. Después del verano la piel necesita una hidratación especial. Anota que la hidratación de la piel mantiene el bronceado. Y como la cosmetología se mejora cada día, hoy nos ofrece productos especialmente concebidos para prolongar el bronceado. Paralelamente a esos prolongadores, se aconseja continuar una cura alimentaria con alimentos que contienen beta caroteno (zanahoria, espinacas, perejil, batata…). Ahora ya sabe que no hay que esperar el verano para estar moreno o tener un color bonito y natural.
