Como cada año, las vacaciones de verano son muy esperadas, eso porque, es el momento perfecto para gastarse y dejar la rutina diaria. Si está buscando a un cambio de escenario, diríjase a Tallin, una ciudad bordeada por el mar Báltico. A diferencia de otras capitales europeas, la de Estonia es aún desconocida para el turismo de masas, además de ser accesible para cualquier tipo de presupuesto. La temporada estival se extiende entre los meses de junio y agosto, y en este artículo tendrás una visión general de lo que te espera en Tallin.
Lo que hay que saber sobre la capital de Estonia
Además de ser el centro cultural del país, Tallin se destaca por ser la ciudad más grande de Estonia, con 400.000 habitantes. Tiene la particularidad de ser una mezcla de arquitectura medieval y moderna con su casco antiguo histórico y sus alrededores que cuenta con restaurantes o incluso clubes vanguardistas. Como el wi-fi es gratuito en toda la ciudad, descubrirá una ciudad conectada, moderna, rico en historia y culturalmente, pero también desconocida para los turistas.
Lo que hay que recordar en la temporada de verano en Tallinn
Durante el verano, la capital de Estonia disfruta de un buen sol que puede llegar hasta las 9 h al día y los días son más largos. Puede haber algunas precipitaciones durante este período, pero esto no afectará su estancia. Aunque las temperaturas oscilan entre 14 C y 22 C por término medio, pueden descender hasta 7 C y subir hasta 32 C por año. Además de las atracciones que cierran más tarde en verano, tendrá la oportunidad de participar en festivales medievales.
Las actividades que deben realizarse
La ciudad se descubre a través de sus actividades. Aquí están algunas de las mejores.
Visitar el casco antiguo
Para empezar la aventura en Tallin, lo primero que debes hacer es visitar su casco antiguo, rodeado de torres y murallas. En efecto, este centro histórico está lleno de curiosidad que no hay que perderse como su plaza principal donde se encuentra el Ayuntamiento, un verdadero símbolo del casco antiguo situado en pleno centro de la ciudad medieval.
Un mapa gratuito de la ciudad estará disponible para guiarte alrededor de los diferentes puntos de interés. Sin embargo, para más descubrimientos inesperados, no dude en dejar el mapa a un lado y pasear por el laberinto de callejuelas a través de patios y bóvedas de siglos de antigüedad. Es una forma original de mezclarse con los locales.
Descubrir los museos de la ciudad
Además de sus monumentos históricos, Tallin también ofrece muchos museos que merecen una visita. Si desea aprender más sobre la cultura estonia, visite el Kumu, un enorme edificio de alta tecnología que sirve como galería nacional y museo de arte contemporáneo. Para aquellos que quieran conocer la vida antigua de Estonia, hay un museo al aire libre de 79 hectáreas en el que se reconstruye un pueblo rural en un parque forestal.
También está el Museum of Occupations, que describe los períodos en los que Estonia estuvo ocupada brevemente por los alemanes y durante más tiempo por la Unión Soviética. Otros museos son el de Kiek in de Kök, una de las torres del casco antiguo que alberga un museo de artillería.
Pasear por el parque Kadriorg
Si te gusta estar cerca de la naturaleza, te alegrará saber que la capital de Estonia tiene muchos parques, el más conocido de los cuales es el Palacio de Kadriorg. De hecho, es famoso por su extenso jardín con parterres y calles elegantes donde disfrutará paseando o alimentando a las palomas.
Además de sus paseos, tendrá la posibilidad de visitar uno de los edificios más grandes de Tallin: el Palacio de Kadriorg también llamado el «Castillo de Catharinental» que fue construido a partir de 1718 por Pedro el Grande para su esposa Catalina 1ª de Rusia. Hoy en día, este edificio alberga una gran galería de arte que alberga cientos de obras del siglo XVI al XX.
