Zúrich es una ciudad con muchas e interesantes cosas que visitar. Se pueden ver los monumentos y puntos de interés principales en tan solo un día, aunque es complicado afirmar esto si fuésemos en invierno, pues las horas de luz son más escasas que en verano y el frío puede provocar que apetezca menos caminar por la calle. Esto también vale de poco si queremos adentrarnos en alguno de los museos más importantes que hay en la ciudad, pues en el mejor de los casos necesitaremos invertir medio día. Por lo tanto, emplear un segundo día en la visita de Zúrich depende de dos factores: la época del año en la que vayamos y la cantidad de museos que queramos visitar.
La parte antigua de la ciudad se encuentra dividida en dos zonas, una división natural causada por el río Limmat, que tiene su origen en los cercanos Alpes suizos. A ambas orillas del río encontraremos una gran cantidad de edificios interesantes que visitar, entre los que caben destacar los siguientes: la Catedral de Zúrich (Grossmünster), una impresionante construcción de estilo gótico levantada entre los siglos XII y XIII; Schipfe, una estrecha calle al nivel del río en la que destacan sus casas, con bases de madera fechadas en los siglos XII y XIII; Fraumünster, una iglesia de líneas góticas sencillas, iniciada en 1170 y terminada en 1390; St. Peterkirche, la iglesia más antigua de Zúrich; el Ayuntamiento de Zúrich (Rathaus), un palacio cantonal construido entre 1694 y 1698, inspirado en el gusto renacentista italiano.
Y para los amantes del arte, Zúrich también cuenta con importantes museos. De entre los muchos que pueblan la ciudad suiza, cabe destacar dos: el Kunsthaus (Museo de Bellas Artes), dedicado a la pintura y a la escultura y cuyas salas albergan obras de, entre otros, Canaletto, Tiépolo, El Greco, Rembrandt, Henry Moore, Hodler, Pollock, Warhol, Bocklin, Fussli y Rodin; el Landesmuseum (Museo Nacional de Suiza), cuyo interior acoge un amplio conjunto de obras que reflejan las manifestaciones culturales de la civilización suiza desde la prehistoria hasta nuestros días.
