El Camino de Santiago es una de las rutas las más elegidas de los turistas, más particularmente de los cristianos católicos. No se trata sólo de un viaje para explorar y para cambiar un poco de aire pero al realizar este viaje, los peregrinos logran un deber religioso.
El objetivo del viaje sería llegar en la ciudad de Santiago de Compostela. Esta ciudad es un lugar para honrar las reliquias de Santiago el Mayor, uno de los apóstoles. La historia empieza en 812, el año que se encontró las reliquias de este apóstol. Por eso que el rey de esta época, Alfonso II, dio un orden para construir una iglesia en este dicho lugar. Y era sólo a partir del siglo XI que hicieron de esta iglesia un centro de peregrinaje de los cristianos que se vuelve el “Camino de Santiago”.
En España, la ciudad principal y la más conocida en lo concerniente el Camino de Santiago es Galicia. Pero el camino el más seguido es el “camino interior”. Los caminos principales de Santiago no era muy bien definidos antes, es decir, en su época; pero, se han oficializado y se han trazado otro itinerario muy cerca de lo que se piensa el verdadero camino.
Como la realización del peregrinaje es un logro de un deber cristiano, se han elaborado un mapa que se llama “mapa del Camino de Santiago”. Con este mapa se encuentra una libreta, donde se encuentra sello de cada monasterio por donde pasan los peregrinos. Estos sellos permiten a estos peregrinos tener privilegios en la cualidad de peregrino y gozar unas ventajas como acceder a ciertas pensiones, ya que existen albergues especialmente para recibir peregrinos. Pero lo primordial es la obtención de la “Compostela”, que es, en una palabra, un certificado dado a los peregrinos que han cumplido su logro en la cualidad de peregrino. Entre estas cualidades, se nota la realización de los últimos 100 kilómetros a pie o los últimos 200 a bici.
