El año empieza mal para el pueblo haitiano, un terremoto que daña todo y todos en el país no trae más que problemas, daños para la nación. Desde las construcciones, las plantaciones, las maravillas turísticas y miles de vidas humanas, si uno no califica eso de tremendo, es que ya no es humano. Dramático, catastrófico, horrible, desastre, trágico, así podemos llamar este acontecimiento. A eso de las cuatro y media de la tarde, el epicentro del seísmo tenía su epicentro a quince kilómetros de la capital, en Puerto Príncipe, luego tenía varias replicas pero con menor magnitud. Teniendo una magnitud de 7 grados en la escala de Richter, el seísmo que ocurrió en Haití forma parte de las catástrofes naturales más devastadores del planeta, es el terremoto más fuerte de este siglo y después de 1770. La ciudad y sus afueras has sido completamente destruidos, según las últimas estadísticas, el número de muertos alcanza los dos cientos mil, hasta ahora, los equipos de rescate y de ayuda internacional busca cadáveres dentro de los escombros, a ver si encuentran supervivientes. Consideramos derrumbes de los edificios entre otros el palacio presidencial, un hospital, una escuela, la casa de la misión de la ONU, hoteles, centros comerciales y otros más. La tristeza, el pánico, la desolación se ve en la cara de los haitianos, no sólo sufren de daños materiales pero han perdido a seres queridos en poco tiempo. Como ya sabemos, Haití es el país caribeño más pobre, después de este terremoto, lo seguro es que la economía local va decreciendo, la gente va empobreciéndose. Y aunque el gobierno haitiano recibió ayudas materiales y fondos de parte de varios estados del mundo para reconstruir todo, para poner de nuevo todo en marcha, no quiere decir que todo volverá a la normal. Algunos dicen también que esta tragedia es un señal para el fin del mundo en 2012 pero le toca a cada uno creer o no.
