Un viaje a Amsterdam es descubrir una faceta sorprendente e insólita de consumir hierba. En Amsterdam, ‘coffee shop’ es un lugar típicó donde el cannabis se vende abiertamente y ahumado, mientras que ‘Café’ se refiere a un lugar donde se venden café, té y pasteles. Pero se puede comprar también cinco gramos de marihuana a los adultos mayores de 18 años de edad en los cafés ordinarios.
Si la droga se puede consumir libremente en los coffe shops, es vedado consumirlo en la calle. Hoy las multas por el consumo de drogas en la calle es 30 euros. El acceso fácil y sencilla a la hierba y otras sustancias prohibidas en otros países europeos y disponibles en los Países Bajos ha atraído a un gran número de turistas de las zonas fronterizas, particularmente turistas de Alemania, Bélgica y Francia. Este número va creciendo por la libre circulación dentro de los estados Schenghen.
Un rasgo típico de los coffee shops de Amsterdam es la venta y consumo de cervezas y vinos en el local. Está prohibido este asunto en los coffee shops de las demás ciudades de los Países Bajos, en contrapartida de la libre venta y consumo de hierba y de drogas blandas.
Un Coffee shop es un local que semeja un bar, con sillas, mesas, mostrador, sanitarios. En el mostrador se puede comprar marihuana, hachís, papel para armar extra largo, cartulina para hacer filtros, pipas, “joint” o “porro” liado y listo para fumar e infinidad de otros artículos. El personal del local les aconsejará sobre los productos. Los precios difieren según la calidad y el tipo de hierba que desean.
Por otro lado, existen los Smart Shop. Es una tienda en la que pueden comprar sustancias energizantes, setas alucinógenas, ropa, recuerdos, libros, música, semillas, y gran cantidad de artículos para fumar y otros objetos relacionados con este tipo de drogas.
Como solución al problema del narcoturismo se ha propuesto prohibir la venta a extranjeros, acogiéndose al Acuerdo de Schengen. Sin embargo, la prohibición de hacer una descriminación entre compradores holandeses y extranjeros de cannabis desconcierta con la Constitución holandesa y es por lo demás muy difícil de mantener. Si se hace una diferencia, se recurrirá a holandeses como intermediarios.
Por fin, ¡ recuérdense que en un coffe shop el olor es muy fuerte !
