Minca

Además de sus ya conocidos encantos, la Sierra Nevada de Santa Marta encierra otro paraíso escondido a tan solo 45 minutos de la ciudad. Y es que, aunque muchos colombianos todavía no han escuchado nombrar a Minca, este pequeño pueblo es un destino que se está posicionando cada vez más en la ruta de los jóvenes viajeros internacionales y cuenta con muy buenos servicios turísticos.
Pero, ¿qué hace a este lugar tan especial y anhelado? Las respuestas son interminables, así que comencemos con un poco de historia.
Minca vivió una dura etapa de violencia que dejó al pueblo casi inhabitado y aislado del mapa. Años después, a inicios del 2000, comenzaron a llegar nuevas familias atraídas por la exuberante naturaleza que rodea el lugar, su cercanía con Santa Marta, la abundancia en recursos naturales y la tranquilidad que ahora se respira en sus calles. Actualmente, la población no supera los 1000 habitantes y está conformada por algunas familias que se han mantenido en sus tierras, personas del interior que llegaron buscando suerte y extranjeros que han decidido comenzar aquí sus emprendimientos turísticos.
Uno de los principales atractivos de Minca, debido a su ubicación en las faldas de la Sierra Nevada, es la diversidad de aves que pulula entre sus cielos y árboles. Quetzales, colibríes, el periquito Santa Marta, el hojarasquero, entre otras, son algunos de las especies que acompañan con sus cantos las caminatas de los turistas.

POZOS AZULES

Porque si hay una actividad que se practica en este destino es el ecoturismo. Por un lado a los Pozos Azules, un sistema de pequeñas cascadas que conforman piscinas naturales de agua pura y muy refrescante, por otro lado a Marinka, un par de caídas más altas y poderosas, y montaña arriba hacia las alturas de San Lorenzo donde se puede admirar el endémico loro orejiamarillo.
Aunque sin ir tan lejos, los alrededores del pueblo están rodeados por ríos y riachuelos donde pasar el día disfrutando del buen clima. Aquí también podrá disfrutar de los deliciosos postres preparados con chocolate orgánico que preparan en la Tienda Café de Minca, de unas relajantes clases de yoga en el Rancho de la Luna y de las tardes de música y arte que se algunas veces se organizan en la plaza del pueblo.
Muy cerca de allí, se encuentra la Finca la Victoria. Allí se dedican al cultivo de café orgánico a través de un proceso ecológico en el cuál se reutiliza el agua, se conservan varias hectáreas de terreno como reserva forestal y se promueve un programa de desarrollo social con familias de la zona que trabajan allí.
Si quiere conocer Minca por curiosidad, con tres días de actividad intensiva tendrá suficiente para empaparse de su armonía y belleza. Pero si lo que busca son unos días de descanso e introspección, tómese su tiempo porque seguramente querrá quedarse más de lo pensado.
Cómo llegar: viaje a Santa Marta y tome un taxi en el terminal o aeropuerto hasta el Parador de Minca. Allí hay carros y camionetas que, por 6.000 pesos, lo llevan hasta el pueblo.
Consejos: utilice repelente para insectos durante las caminatas y cuando vaya a disfrutar del atardecer en el mirador de Minca.

Escrito por: Camila Franco de http://viajala.com.co/blog

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Alexia

Sedienta de descubrimiento desde su infancia, Alexia salta en la ocasión sin dudarlo, tan pronto como se trata de viajar. También pasa una parte de su tiempo libre alimentando este blog para ayudar a otros a viajar bien como ella. ¡Sigue los pasos de Alexia a través de sus artículos para descubrir el mundo!