Una vez decidido, que el país escogido para las vacaciones será Marruecos, toca preparar el viaje. Para entrar en el país hay varias ciudades que disponen de aeropuerto: Tánger, Rabat, Casablanca, Fez, Marrakech y Ouarzazate, como algunas de ellas. Pero también se puede entrar por tierra, vía Tánger, Nador, Ceuta…
Dependiendo de cada persona o grupo hay varias opciones para poder personalizar el viaje. Playa, montaña, ciudades, cultura, desierto, etc. o combinar varios de estos lugares. El conjunto suele depende de cuántos días se dispone y de las prioridades de cada grupo. Una de las zonas que despierta más interés entre los viajeros es la parte sur del país.
Para dirigirse al sur de Marruecos se puede hacer desde cualquier ciudad. La más céntrica para iniciar el viaje y visitar su mercado, su medina y sus edificios culturales, es Marrakech.
Saldremos de Marrakech por la carretera N- 9 hasta que, en unas ocho- nueve horas, llegaremos al fin del asfalto. Dejaremos la ciudad roja subiendo por las montañas del Alto Atlas, en la Montaña de Tizi n’Tichka. Unas cuatro horas aproximadas, que separan Marrakech de la Kasbah Ait Benhaddou, por carretera de montaña. En su punto más alto de unos 2.260 m., podremos contemplar el bonito paisaje que presentan las montañas. Entre ellas divisamos una, en forma de corazón y otra en forma de ojo.
A pie de montaña llegaremos a un pueblecito, la Kasbah Ait Benhaddou, declarada Patrimonio de la humanidad por la UNESCO, donde aún viven algunas familias. El siguiente pueblo que encontraremos será Ouarzazate. Llamado también el Hollywood de África, por haber sido escenario de varias películas históricas. Actualmente se encuentra en Museo del Cine, una visita imprescindible para los amantes del cine y voluntaria para todos.
Seguiremos recorriendo la carretera dirección sur del país hasta dónde el asfalto acaba, en el último pueblo llamado M’hamid El Ghizlane. De Ouarzazate a M’hamid recorremos todo el Valle del Draa. Un inmenso palmeral con sus kasbahs, pueblos pequeños y llenos de tradición. Al llegar a esta zona de Marruecos, veremos la ciudad llena de niños y niñas caminando dirección o regresando del colegio, con sus uniformes y sus vestimentas típicas. Hombres sentados bajo una palmera que han encontrado para refugiarse del calor. Grupos de mujeres caminando juntas, la voz de la mezquita al sonar la oración… Llegaremos al fin del camino asfaltado. Desde donde un camino, casi invisible, nos llevará en el campamento de haimas de la zona de Erg Chigaga. Unas tres horas de terreno desértico nos separan del pueblo al campamento.
Este recorrido lo podremos hacer sólo en vehículo 4×4 preparado o, en dromedario, en una ruta de seis días (tres de ida y tres de vuelta). En su camino podremos encontrar alguna familia nómada (actualmente viven muy pocas de forma nómada), alguna caravana de dromedarios, un Oasis en medio del desierto, pozos en el camino donde podremos refrescarnos… y finalmente, llegaremos a Erg Chigaga. Un horizonte de unos 45 kilómetros de dunas y una duna de unos 300 m. de altura. Se puede contemplar una auténtica maravilla de la naturaleza. Este es un momento que hay que vivir, no hay palabras para describir la sensación de estar inmerso en un lugar tan impresionante como es el desierto del Sáhara.
Para regresar a Marrakech seguiremos la antigua ruta del Rally París- Dakar. Retomando el asfalto por el pueblo de Foum Zguid y atravesaremos las montañas del Atlas por Telouet.
Marruecos, es un país que tiene mucho que ofrecer a nivel de paisajes, de cultura y tradiciones. Sus largos recorridos nos obligan a hacer varios días de viaje con un sinfín de impresiones en cada parada. La empresa Sahara Para Todos se dedica a organizar viajes por todo el país para todo tipo de grupos. Algunos circuitos se encuentran detallados en la página web www.saharaparatodos.com, así como algunas opciones para unirse a grupos y/o solicitar una propuesta más personalizada.
