Me acuerdo que hace una década exactamente, se estrenó en la televisión la barbarie de los talibanes al bombardear las dos estatuas de Budas en el valle de Bāmiyān. Hoy me alegro de que uno de estos tesoros afganos está en reparación.

Con su altura de 55 y 37 metros respectivamente, los Budas vigilaron silenciosamente a los acantilados del valle de Bāmiyān, a 230 kilómetros al noreste de Kabul. Fueron una gran atracción para los turistas, cosa que se olvidaron a los talibanes al destruirlas. Afganistan, este país en guerra desde hace décadas contó con gran número de patrimonio cultural antes que lo desgarraron por completo severos enfrentamientos internos e internacionales. Tierra del islam, la pregunta que nos hacemos sería : ¿por qué hay estatuas de buda en Afganistan?

La presencia de estas estatuas se origina en la historia de Afganistan. La zona de Bāmiyān está ubicada en el itinerario de la Ruta de la Seda. Con la prosperidad de la India y de la China se difundió el budismo. Bāmiyān se convirtió en un lugar de peregrinación con muchos monasterios. Para enmarcar esto, los budistas esculpieron las dos estatuas. La pequeña de 38 metros de altura fue construida entre 544 y 595, mientras que la más alta de 55 metros, entre 591 y 644. Estaban firmemente pegadas a la montaña ya que se encontraban talladas en el acantilado. En origen los dos budas eran de instensos colores brillantes (uno de ellos, el mayor, en tonos rojizos y el otro en blanco). Las túnicas estaban pintadas de azul oscuro en su interior y rosa y naranja brillante por fuera. Estos magníficos vestigios resistieron a la violente conquista de Afganistan por Mahmud de Gazni en el siglo XII. Tras la llegada del islam en el suelo afgano, las estatuas sufrieron primeros destrucciones en las características faciales y las manos.

En una muestra de fanatismo, el gobierno talibán hizo derruir en 2001, lo que era un hermoso vestigio del paso de esta religión asiática por sus tierras. La UNESCO ha clasificado el paisaje cultural y los vestigios del valle de Bāmiyān como parte del patrimonio de la Humanidad en peligro desde 2003.

Tras una década de desolación del valle, hoy me alegro del esfuerzo de los japoneses y del gobierno afgano para la restauración de uno de las estatuas. ¡Ojalá Bāmiyān recobre su belleza y sea vigilada de nuevo por sus centinelas, los magníficos Budas ! Pero lo que más importa es que en Afganistan reaparezcan de nuevo los « Mil soles espléndidos », como lo describió el autor Khaled Hosseini…

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Alexia

Sedienta de descubrimiento desde su infancia, Alexia salta en la ocasión sin dudarlo, tan pronto como se trata de viajar. También pasa una parte de su tiempo libre alimentando este blog para ayudar a otros a viajar bien como ella. ¡Sigue los pasos de Alexia a través de sus artículos para descubrir el mundo!